El masaje de fascias o Fascioterapia es algo único, muy efectivo y recomendable para quienes quieran disfrutar de un masaje para relajar las contracturas.
Mucha gente conoce la técnica miofascial, que se incluye normalmente en el tratamiento o masaje de Osteopatía habitual, sólo que no es exactamente lo mismo.
Empezaré por explicar qué son las fascias, ya que suele ser algo desconocido para la mayoría de las personas. Las fascias son estructuras de tejido conectivo o conjuntivo que como su nombre indica conectan todas las partes de nuestro cuerpo tanto a nivel muscular, subcutáneo (capa profunda de la piel o hipodermis) y el sistema circulatorio como a nivel visceral.
Dicho de otra forma es una especie de gran bolsa o envoltorio que comunica nuestro cuerpo y transmite las órdenes del cerebro a las diferentes partes para que cumplan su función, además de proteger, revestir, sostener, compartimentar, preservar la temperatura y la nutrición de los tejidos, colaborar en los procesos de curación (cicatrización) gracias a la producción de colágeno y elastina, colaborar en la coordinación del sistema vascular y linfático, aumentar la eficacia de los movimientos musculares, mantener la cohesión en el cuerpo y comunicar los cambios que suceden constantemente a través de impulsos nerviosos y mecánicos.
Generalmente los tratamientos convencionales que se realizan en nuestra sociedad (masaje de fisioterapia) suelen hacer hincapié en los síntomas, es decir, si a una persona le duele el hombro o se le diagnostica un hombro congelado pues se tratan los músculos asociados a esa articulación, en este caso el famoso manguito de rotadores (supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular) haciendo presiones (tensión-distensión), pequeños estiramientos y técnicas que tratan de relajar esa zona.
Entonces se produce una lucha entre los músculos contraídos tensos y el terapeuta que quiere relajarlos, lo cual no suele ser ni agradable ni muy efectivo, aunque por supuesto que algo se hace y se puede mejorar la zona siempre y cuando no se fuerce demasiado, lo cual sucede a menudo como consecuencia del enfrentamiento entre el profesional y los músculos que se defienden.
Pero quizás hemos pasado por alto una pregunta importante…¿por qué esa persona tiene esa contracción muscular? La respuesta predominante suele ser por sobrecarga muscular o, en los últimos años como consecuencia del stress o por el ratón del ordenador.
Siempre me he preguntado…¿¿¿cómo es posible que ese ratoncito tenga tanta fuerza como para contraer varios músculos potentes a la vez y cómo lo hace???
Bromas aparte. Sé que la postura del ratón se asocia mucho a los problemas de hombros y escápulas (omóplatos) pero por mi propia experiencia ante el ordenador durante largos periodos de tiempo puedo decir que el problema no está en el ratón, si no en la tensión con la que mantenemos la postura (que acaba desequilibrándose) debido a nuestra falta de atención y conciencia corporal.
La fascioterapia o masaje de fascias consiste en estirar el tejido conectivo sin luchar con los músculos, ya que entendemos que éstos son simples obreros que cumplen las órdenes inconscientes del cerebro. Escribo inconscientes porque no creo que nadie se genere una contractura de manera consciente, si no que tensamos los músculos sin darnos cuenta.
Esa orden o instrucción parte del cerebro y está totalmente relacionada al sistema nervioso autónomo o vegetativo, ya que inconscientemente alteramos la función de un músculo o un órgano produciendo una contracción permanente sin que sea adaptativo, es decir no hay una explicación lógica como lo sería estar realizando un gran esfuerzo físico lo cual sucede sólo en el caso de los deportistas y de las personas que tienen un trabajo más físico.
Como decía esa información viene de una zona u otra del cerebro dependiendo del músculo o el órgano que sea y para llegar a su destino lo hace a través del tejido conectivo o conjuntivo. Por eso los terapeutas primero hacemos una valoración general y específica para entender las causas, y después simplemente utilizamos el peso de nuestro cuerpo y permitimos que las fascias vayan liberando esa instrucción del cerebro, restaurando la circulación de manera que los músculos se relajen al recibir de nuevo la nutrición que necesitan (oxígeno) y la articulación (en caso de estar afectada) mejore e incluso vuelva a su movilidad normal.
Por lo tanto es un tratamiento efectivo, un masaje relajante y agradable. Se podría decir que es un masaje de estiramientos pasivos, es decir es como si la persona estuviera estirando o haciendo Yoga sin tener que moverse, sólo permaneciendo relajada y sintiendo su cuerpo, lo cual va a producir un incremento en su conciencia corporal.
Además al escuchar y sentir el tejido conectivo por parte del terapeuta siguiendo los ritmos del paciente, se respeta totalmente su proceso psicofísico, es decir se realiza un masaje que actúa a nivel físico, emocional y energético, ya que entendemos que el cuerpo manifiesta la realidad interior de la persona en función de cómo vive o mejor dicho de cómo piensa que vive su vida diaria.
